¡Puedes coger cualquier cosa!

Recuerdo un anuncio en el que una supuesta mamá bióloga decía que en las casas había muchos gérmenes y no quería arriesgarse a que su bebé “coja cualquier cosa” (un término muy técnico, sin duda era microbióloga). Sin embargo esa madre no temía en absoluto exponer a su hijo a sustancias químicas, ante las cuales, al contrario que sucede con las bacterias que podemos encontrar en una casa, su sistema inmune no puede defenderlo.

¿Ecología doméstica?

Lo ecológico está de moda, sin embargo la gran mayoría de nosotros no lleva un estilo de vida respetuoso con el medio ambiente. Una vez que separamos los residuos en casa, ponemos bombillas de bajo consumo e intentamos ahorrar agua ya no sabemos qué más hacer. Puede que ni siquiera nos lo planteemos. ¿Ya está?

Ecología significa literalmente el conocimiento de la casa. Comparte una de sus raíces griegas con economía, la administración de la casa, y realmente son dos esferas que están muy relacionadas. Creo que si conocemos y administramos bien nuestra casa, que es nuestro entorno más cercano, podemos realizar grandes cambios que revertirán en nosotros mismos y que irán más allá del límite doméstico.

Existen grandes desafíos respecto a cómo compatibilizar el bienestar con el respeto al medio ambiente y la escasez de recursos económicos en las familias. ¿Por dónde empezar en este gran cometido? Pues, como se recorren todos los caminos, dando un paso detrás de otro. Empecemos descubriendo formas prácticas de manejarnos en casa y de cambiar poco a poco hacia un estilo de vida más respetuoso con nuestra propia salud.

Gracias por leer esta introducción. Espero que este blog te sea tan útil a ti como a mí.