El famoso principio activo del herbicida de Monsanto no deja de ser foco de polémica. No sólo se usa en cultivos modificados genéticamente o usos agrarios, también se usa en las calles, para eliminar hierbas de las grietas del pavimento, en los jardines de las ciudades contra plantas indeseables y en ambientes acuáticos. Ahora que el Ayuntamiento de Madrid se plantea dejar de usarlo, unos aplauden y otros se echan las manos a la cabeza.