13 de diciembre de 2013

¿Es solidario regalar juguetes?

De la colección "The Real Toy Story" (Michael Wolf)
¡Qué pregunta tan incómoda para estas fechas! Precisamente ahora, numerosas asociaciones y ONGs apelan a nuestra solidaridad haciendo campañas de recogida de juguetes o prometiendo la donación de juguetes a niños pobres cada vez que compramos un bolígrafo, una tarjeta o hacemos una donación. ¿Pero te has preguntado dónde se han fabricado estos juguetes y bajo qué condiciones laborales?

¿De dónde vienen los juguetes?

Se dice que en Navidad debe abundar la paz, el amor y la solidaridad, aunque en la práctica se la identifica con el consumo de juguetes, de hecho durante la campaña de Navidad se compran en 75% de los que se venden en todo el año.

El 80% de los juguetes del mundo, incluyendo marcas conocidas, se fabrican en China, Indonesia y Tailandia. La industria que hay detrás de esos juguetes fomenta la desigualdad, las condiciones laborales precarias, la desatención de los niños y la exposición de los trabajadores a sustancias tóxicas. ¿Deberíamos apoyar a estas industrias comprando sus productos? ¿Deberíamos comprar un producto de cuyo precio final solo el 3% es percibido por la mano de obra, mientras que una empresa, que no se preocupa por las condiciones laborales, aumenta su margen de beneficios?

Visitando una fábrica de juguetes

Aquí podéis conocer algunos hechos sobre la producción de juguetes en China ilustrados por las fotografías de Michael Wolf. Menciono algunos:
  • Las condiciones de vida de los trabajadores son parecidas a las de una prisión con hasta 6 personas compartiendo estrechos dormitorios y hasta 50 personas compartiendo el mismo baño.
  • Escuelas y facultades chinas envían a estudiantes como becarios a las fábricas de juguetes, pero en lugar de aprender habilidades relacionadas con su disciplina, trabajan como peones en las líneas de producción.
  • Las mujeres generalmente no pueden tomar bajas por maternidad, trabajan demasiadas horas, no pueden atender a sus hijos ni tienen facilidades para dejarlos en una guardería, así que tienen que enviarlos con otros familiares a zonas rurales.
  • Los trabajadores están en contacto con productos químicos muy dañinos para la salud. En China los casos de enfermedades relacionados con el trabajo son muy elevados. Los trabajadores con bajas laborales por enfermedad normalmente no cobran el mes entero de salario.
  • Las normas de seguridad laboral son muy poco exigentes.
  • Los trabajadores no conocen sus derechos y las empresas y el gobierno Chino no muestran interés en que los conozcan. Muchos trabajadores, procedentes de áreas rurales, no tienen seguridad social ni contrato.
Las noticias como ésta suelen tener poca difusión. Y cuando la tienen, pronto son olvidadas o ignoradas, de manera que cada año nos dejamos llevar por la vorágine del consumo de juguetes poniendo los caprichos por encima de la justicia social.

Es paradójico que aquello que queremos utilizar para hacer felices a algunos niños, sea la causa de la desgracia de muchos de ellos: los hijos de los trabajadores explotados en las fábricas, los que son explotados directamente o aquellos que sufren las consecuencias de la contaminación derivada de la fabricación de juguetes. Hay que tener en cuenta que en los países productores, las leyes que protegen el medio ambiente no son lo suficientemente exigentes y los productos tóxicos llegan fácilmente al aire, la tierra, el agua y los cuerpos de sus habitantes.

Queremos ver a los niños sonreír y ellos lo hacen porque no conocen la realidad que se esconde detrás de ese bonito objeto que les ofrecemos. Pero nosotros sí la conocemos. Por lo tanto, si queremos ser solidarios de verdad, debemos buscar otras opciones y elegir juguetes "limpios". 

¿Qué puedes hacer? 
  • No compres juguetes nuevos para donar. Dona juguetes de segunda mano en buen estado.
  • Compra juguetes de segunda mano o haz intercambios en lugar de comprarlos nuevos.
  • Piensa antes de comprar un juguete nuevo. Tus decisiones pueden estar contribuyendo al sufrimiento de otras personas.
  • Fíjate en los materiales que componen el juguete, ¿son naturales o sintéticos? ¿Sabes si contienen sustancias tóxicas? ¿Si se rompe es fácil arreglarlo?
  • Elige juguetes resistentes, que aguanten muchos usos y se puedan utilizar de muchas formas diferentes.
  • Busca juguetes de comercio justo.
  • Enseña a tus hijos a valorar la felicidad de otros niños por encima del capricho de tener un juguete que sale en los anuncios. 
  • Demuéstrales a tus hijos (hermanos, nietos, sobrinos, alumnos...) que el juego es más importante que el juguete: juega con los niños utilizando el menor número de objetos posibles o utilizando objetos sencillos. Fomentarás su creatividad y la tuya.
  • No dejes que tus hijos pasen más tiempo solos con sus juguetes (y videojuegos) que disfrutando contigo o sus amigos.

La sonrisa de un niño siempre merece el esfuerzo (de informarse, buscar y escoger opciones solidarias y sostenibles) pero no merece la pena (de un mundo sucio en el que viven personas explotadas).

1 comentario:

  1. ¿Dónde encuentro juguetes de comercio justo? Y perdona mi ignorancia pero, ¿Qué es el comercio justo? También podemos comprarlos fabricados en España no? Por lo menos en la fabricación sabremos que se respetan los derechos.

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