21 de agosto de 2012

Para limpiar, el agua es básica

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Conocer el grado de dureza del agua que utilizamos nos permitirá escoger el producto de limpieza y las cantidades adecuadas, de esta manera no sólo ahorraremos dinero, sino que reduciremos la cantidad de contaminantes que llegan al medio ambiente desde nuestro desagüe.

La dureza la determinan las sales de magnesio y calcio disueltas en el agua y eso afecta a su poder limpiador. Las aguas producen poca espuma en el jabón cuando hay iones de calcio y magnesio disueltos. Cuando el agua se calienta estos iones precipitan (es decir, dejan de estar disueltos y el agua se ablanda) pero entonces dejan residuos minerales en las tuberías, las resistencias de los electrodomésticos que calientan el agua (como la lavadora, el lavavajillas y el calentador, que consumirán más energía para calentar el agua si tienen una costra de cal en sus resistencias), la ropa, los vasos y el pelo cuando nos duchamos.


Cómo saber la dureza del agua

Lo ideal sería analizar la concentración de sales de calcio y magnesio en el agua y luego transformar ese dato en grados de dureza. Los más usados son el grado francés (ºfH) y el grado alemán (ºdH). En Wikipedia hay una tabla de equivalencias.

Pero esa concentración no la podemos saber con exactitud a no ser que un técnico analice el agua de casa (yo he encontrado unos cuantos laboratorios en las Páginas Amarillas, y las empresas que instalan sistemas de descalcificación y filtrado también puede hacer ese tipo de mediciones). Algunas formas más inexactas de saber si el agua de casa es dura son:
- Llamar a la compañía que suministra el agua y preguntar.
- Mirar en internet mapas o listas de dureza del agua por regiones.
- Obserbar si el agua deja marcas blancas en el baño al secarse.
- Medir el pH (indicador de acidez) del agua con tiras reactivas (de venta en tiendas de acuariofilia, de jardinería o en algunas droguerías). Pero la acidez o basicidad del agua puede estar influida por otros factores, y las sales presentes en ella no necesariamente tienen que ser duras.


Oh, mi agua es dura…

Si observas marcas de cal en el baño, y ya que tienes que gastar más dinero en detergente, en energía para calentar y en el mantenimiento de tus electrodomésticos y tuberías, merece la pena que conozcas con la mayor exactitud posible la dureza del tu agua haciéndo un análisis como es debido.

Como medida barata, podemos recurrir a sustancias naturales ácidas, como el vinagre blanco, el zumo de limón o el ácido cítrico,  para eliminar los depósitos de cal. Medio vaso de vinagre en el cajetín de la lavadora (no dejará un olor en la ropa, te lo aseguro) y te puedes ahorrar el antical comercial.

Los baños resisten bien el uso de sustancias ligeramente ácidas como el vinagre. Un antical ecológico consiste en mezclar un vaso de vinagre con dos vasos de agua (si es blanda mejor, como la filtrada o la embotellada). Para que no huela a vinagre puedes añadir 4 ó 5 gotas de aceite esencial de lavanda o de árbol de té (que tiene efecto bactericida) o hacer una infusión de menta con los dos vasos de agua antes de añadirles el vinagre. Mete la mezcla en un pulverizador y aplícalo sin aclarar, simplemente pasando una bayeta después.

Para lavar la ropa se puede añadir bicarbonato sódico dentro del tambor, que evita la formación de cal y nos permite usar menos detergente.

Si te preocupa el medio ambiente lo mejor es no optar por los productos "todoterreno" que quitan cualquier mancha. Opta por aplicar un quitamanchas natural (zumo de limón, agua caliente, alcohol, leche tibia) según la mancha y/o frotar con un cepillo. Usar la mecánica hace que la limpieza sea más eficaz usando menos productos químicos. Los cepillos y estropajos son muy buenos ayudantes.

Como medida más cara, pero que hará que dejes de preocuparte por los problemas del agua, puedes invertir instalando un ablandador de agua (o descalcificador) en casa. El técnico se encargará de hacer el análisis del agua. Si el descalcificador se instala en la entrada general de agua de la casa, dispondrás de agua de calidad en todos los grifos y en la lavadora, lo que permitirá que uses muy pocos productos de limpieza, poco champú, que tengas un pelo más brillante y que no se formen precipitados en las tuberías y en las resistencias cuando el agua circule caliente.

Por mucho menos dinero puedes instalar un pequeño descalcificador en un grifo, obteniendo buena agua para limpiar la casa y para beber.


Si tu agua es blanda...

Felicidades, te puedes permitir el lujo de usar jabones tradicionales (menos contaminantes que los detergentes convencionales) o de reducir mucho la cantidad de detergente que utilizas, porque sólo un poquito hará el efecto deseado.

En la mayoría de España el agua es dura, por eso los fabricantes de detergentes no se cortan al exagerar las cantidades necesarias. Si compruebas que tu agua es blanda no dudes en experimentar con cantidades un 50% menores que las recomendadas (también si es dura puedes hacer la prueba, ya que la composición de los detergentes está especialmente pensada para aguas duras y es muy eficaz en pequeñas cantidades). Luego, si quieres, pásate por aquí a comentar cuál fue el resultado.



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