2 de febrero de 2016

Ecoetiquetas: empezando a entenderlas



¿Quieres consumir de forma más responsable pero no sabes por dónde empezar? ¿Te has fijado en los distintos logos y sellos de garantía ecológica de las etiquetas pero no sabes qué significan exactamente?

El mundo de las ecoetiquetas no debería ser difícil de comprender, precisamente porque lo que pretenden es ofrecer información sobre el producto de forma muy directa. Vamos a verlo.


¿Para qué sirven?

La intención de la "ecoetiqueta" o de un logotipo o sello ecológico es informar a los consumidores sobre el comportamiento ambiental de un producto o servicio. Debería significar que los productos que los llevan han cumplido una serie de condiciones que los hacen preferibles frente a otros productos desde el punto de vista ambiental. 

Digo debería, porque no siempre se utilizan de esa forma. Precisamente porque los consumidores pueden preferir un producto más ecológico, algunos fabricantes y distribuidores utilizan ciertos logotipos o sellos para que parezca que sus productos son ambientalmente responsables.

Por eso siempre que veamos un logotipo ecológico en una etiqueta debemos preguntarnos quién lo ha otorgado y de qué nos informa.

La información oculta

Detrás de una ecoetiqueta hay todo un sistema de medición, análisis, seguimiento, evaluación y certificación de productos (o al menos, así debería ser), uno de cuyos resultados visibles es un logotipo en la etiqueta o embalaje del objeto que compramos.

Los criterios ambientales que está cumpliendo ese producto varían según el sistema de certificación. Es decir, que observar logotipos diferentes significa que cumplen condiciones diferentes, unas más exigentes que otras.

Para saber qué condiciones cumplen debemos visitar la página web de información sobre el sello o del organismo certificador. Atentos a esto, porque si esa información no está disponible, el sello no está cumpliendo ninguna función informativa sino que está sirviendo para manipular a los consumidores (vamos, a ti) transmitiendo una imagen "verde". 

Generalmente cuanto más accesible encuentro esa información, más confianza me transmite un sello o un organismo certificador. Luego tengo que averiguar si los criterios son más o menos exigentes o si se adecuan a mis valores. Pero ahora internet me lo pone fácil.

Distinguir ecoetiquetas

Las condiciones que tiene que cumplir un producto para obtener un sello u otro se basan, unas veces en estándares oficiales establecidos en normativas europeas o estatales, otras en estándares establecidos por organizaciones de certificación independientes, otras en criterios elegidos por la propia empresa. Lo puedes ver resumido en la siguiente imagen (pulsa para verla más grande).



Desarrollar criterio etiquetil

Si nuestro objetivo es elegir productos que tengan un "comportamiento ambiental" mejor que otros, hay mensajes que debemos obviar, por ejemplo los logotipos que anuncian que el producto cumple con algún requisito obligatorio o legal. ¿Habéis visto alguna vez este dibujito?
Nos informa de que el producto no contiene CFCs, unas sustancias que ya están prohibidas. Así que no estás eligiendo un producto más ecológico frente a otras opciones porque todas las opciones deben cumplir la ley.

Sin embargo, sí podemos encontrar información útil en algunas etiquetas reglamentarias, por ejemplo la que nos dice el rendimiento energético relativo. En ese caso, elegir un producto que tenga marcada la A, será mejor que elegir un producto que tenga marcada la C. 

Por otro lado, los logotipos de peligrosidad aunque no nos informan del daño directo al medio ambiente, ya que eso depende de cómo se gestionan, nos dan pistas sobre el daño que podrían producir si no se manipulan adecuadamente. 
Basándonos en un logo como éste sabemos que no deberíamos tirar el producto por el desagüe ni abandonarlo en la naturaleza (aunque no haya agua se puede infiltrar a través del suelo). Estos logotipos nos informan sobre las maldades de un producto y no sobre sus bondades, pero no dejan de ser criterios en base a los cuales podemos elegir otras alternativas.

Lo interesante está en los logotipos y sellos voluntarios, porque estos van (o deberían ir) más allá de las exigencias legales, lo cual sí establece una diferencia real con otros productos que no llevan ecoetiqueta. ¿Por qué hay tantos? Porque hay criterios y exigencias para todos los públicos. Y esto, lógicamente, despista al consumidor, pero vamos a intentar aclararlo.

Existen organismos oficiales y privados de prestigio e independientes, que ofrecen sellos certificados a los productos que cumplen unos criterios ambientales o ecológicos concretos. Es lo que aparece en el esquema anterior como "etiquetas certificadas" y son muy fiables. A veces, las marcas colectivas de certificación de organizaciones privadas suponen unas mayores exigencias ambientales que las ofrecidas por organismos oficiales o públicos.

Por tanto, las mejores opciones dependen de cuáles son esas exigencias o criterios y si el organismo que certifica en base a ellas es prestigioso (independiente, exhaustivo, tiene mecanismos de vigilancia...). A esto hay que dedicarle unas búsquedas en internet, pero de todas formas hablaremos de ello en próximos artículos (como veis no margino a los perezosos).

Ahora vamos a la última categoría de ecoetiquetas: las que las empresas se otorgan a sí mismas.

Las empresa las crean, las empresas se las ponen, las empresas las controlan. A veces están para adornar la caja y hacerte creer que son unos tíos que se preocupan por algo más que por el dinero. Otras veces es una declaración de buenas intenciones y se molestan por facilitarte mucha información en sus webs. Otras veces, como en el ejemplo de los CFC, sus exigencias ambientales no los diferencian del resto, pero ellos deciden contratar a un buen diseñador gráfico y ver si cuela. Si quieres saber la verdad, no te dejes llevar y busca información al respecto. 

Aunque este es el tipo de sello voluntario al que menos caso le hago, si visito la web del fabricante o distribuidor y veo que sus estándares son altos, que la información es transparente y que los datos se pueden contrastar, entonces creo que merece la pena considerarlo, aunque sea para "premiar" a aquellas empresas que se preocupan por mantener informado al consumidor, lo cual, desde mi punto de vista es señal de respeto hacia el cliente.

También debemos tener en cuenta que algunas empresas con un comportamiento ambiental excelente no pueden asumir los costes que supone un proceso de certificación y la forma que tienen de que conozcamos su desempeño ambiental es a través de autodeclaraciones. La verdad está ahí fuera, si queréis le dedicamos a esto unos cuantos artículos más (que los merece).

¿Te fijas en las ecoetiquetas? ¿Crees que condicionan la compra? ¿Hay alguna que te interese entender en concreto?

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Imagen inicial: USDA 
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