3 de junio de 2016

Rumore rumore


Estamos acostumbrados a discutir opiniones, pero no a cuestionar las afirmaciones que nos llegan de forma general. Como si algo que estuviera aceptado de forma general fuera sistemáticamente verdad. ¿Es verdad que "cuando el río suena agua lleva"? ¿Es esta la manera como los rumores se convierten en prejuicios?

¿De dónde viene lo que sabes?

Frecuentemente usamos refranes como argumentos discursivos. Y también usamos algunos argumentos como si fueran refranes, verdades universales. Creo que su uso en nuestro diálogo -sobre todo en el interno-, tiene alguna relación con la tendencia a aceptar esas afirmaciones generales que no sabemos exactamente de dónde vienen, que vienen de todas partes, o que extraemos de fuentes donde depositamos una confianza pasiva, como la televisión, los blogs o los titulares clonados de facebook.

Esas afirmaciones se expanden, a veces elocuentemente planteadas, a veces oídas en boca de alguna figura autoritaria, sin ser cuestionadas de una forma seria, y acaban siendo aceptadas como parte del saber popular.

"Ilusionismo social"

Tenemos que ser conscientes de que el entorno que cada uno frecuenta, lleno de opiniones, gestos, comentarios, hechos y acciones, ayuda a construir las propias opiniones, ya sea por oposición o por acuerdo. Es decir, no somos conocedoras de ninguna verdad universal, sino que estamos situadas en una posición que nos permite ver y escuchar unas cosas y otras no. Y eso que vemos y escuchamos, junto con nuestro bagaje cultural y moral, es el material con el que construimos nuestras opiniones y argumentos.

Existe un fenómeno estudiado en redes sociales (sucede no sólo en las virtuales), llamado La Ilusión de la Mayoría que explica cómo una idea u opinión poco común puede ser vista como muy común (y viceversa). Todo depende de cuáles sean tus conexiones y con quién te comuniques más. Si la mayoría de tus contactos son de una ideología política B, a tu alrededor se generará un ambiente, se respirarán unos argumentos y se alimentarán unas esperanzas que te llevarán a la sorpresa cuando descubras que las elecciones las han ganado los que apoyan a A.

Algo parecido a lo que le pasó al equipo de Izquierda Unida en la campaña electoral de 2015, alentado por el éxito en redes sociales, la popular difusión de sus mensajes y el aumento de su número de seguidores.

¿Te atreves a enfrentarte a tus opiniones?

Es mucho el material consciente y subconsciente con el que apuntalamos nuestras opiniones, pero una vez que lo hemos hecho es difícil cambiar alguna de esas delicadas vigas sobre los que nos mantenemos en equilibrio. Es más fácil encontrar más argumentos que las apoyen que investigar en la incómoda frontera de lo que no conocemos. Es fácil estar del lado de nuestras propias opiniones pero no estamos demasiado dispuestos a invertir tiempo y esfuerzo en enfrentarnos a ellas.

Sin embargo, existen algunos recursos para ponernoslo fácil si decidimos hacerlo. Uno de ellos es STOP RUMORES, una web que expone y desmiente, en este caso, algunas afirmaciones que se hacen sobre los inmigrantes en el entorno de Andalucía y Melilla (pero podrían hacerse extensivos a todo el país).

Además, desde STOP RUMORES nos proponen una serie de pautas que podríamos aplicar al conversar sobre cualquier tema, como:
- Valorar si existen las condiciones de tiempo y entorno adecuado para iniciar la conversación.
- Mostrar respeto escuchando activamente a la otra persona.
- Valorar las preocupaciones y miedos del interlocutor intentando entender y reconocer sus inquietudes.
- Evitar acusaciones.
- Hacer preguntas.
- Mantener la calma y una actitud positiva.
- Acabar la conversación de una forma cómoda para facilitar la reflexión posterior.

Aunque estas pautas se refieren a una conversación con otras personas, hay algunos consejos que podrían aplicarse de forma interna. Por ejemplo "invitar a no dejarse llevar" por las tendencias del entorno y buscar información de primera mano, cuestionar las generalizaciones, buscar vínculos comunes...

¿Cuándo fué la última vez que cambiaste de idea? ¿Qué contribuyó a ello? ¿Y la última vez que actuaste o pensaste en base a un "rumor"?

¿Crees que existen esfuerzos notables por enseñarnos a ser críticos y a cuestionar las afirmaciones de una forma constructiva? ¿Conoces alguna iniciativa?

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Imágen: Wouter Walmink
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