Vuelve a España el sistema de depósito devolución y retorno (SDDR)

Cuando yo era pequeña todavía se devolvían las botellas vacías de cristal en el supermercado cuando comprabas bebidas nuevas. Cada vez que lo hacías te devolvían el coste del envase. Otros países han instaurado este sistema de una forma mucho más moderna y en el nuestro la Comunidad Valenciana se plantea su vuelta. ¿Qué supondrá esto?

En España, con el sistema de separación en contenedor amarillo (SIG, o modelo del Punto Verde), solo se recuperan el 30% de los envases que se producen. ¿Sabías que las empresas productoras y envasadoras solo se hacen cargo del coste del reciclaje de ese 30% de envases? La gestión del 70% restante la tenemos que pagar todos los ciudadanos, aunque consumamos muy pocos envases, y además sus consecuencias últimas (emisión de gases contaminantes, aumento de los vertederos y otros daños ambientales) las sufrimos todos.

Sin embargo en países como Alemania, que tienen SDDR, se recuperan más del 90% de los envases adscritos a ese sistema.

¿Quieres ver cuál es el problema de los envases y cómo funciona un SDDR? Este vídeo te lo muestra en menos de 10 minutos.

Ventajas

Como verás en el vídeo, los países que han instaurado un SDDR han conseguido:

• Un modelo justo en el que la gestión de los residuos la pagan los productores y los consumidores (en lugar de todos los ciudadanos, que en España pagan el 70% de los costes de gestión, consuman o no muchos o pocos envases).
• Reducir los gases contaminantes de la fabricación e incineración de los envases.
• Reducir la dependencia de las importaciones de materias primas.
• Disminuir el aumento de vertederos e incineradoras (y sus molestias y problemas ambientales).
• Eliminar casi totalmente los envases abandonados en sitios públicos.
• Obtener materiales de gran pureza que permiten generar el mismo producto que en el origen (en nuestro sistema actual los envases se convierten en materiales de inferior calidad que se van desvalorizando hasta que no se pueden volver a reciclar).
• El precio del material obtenido genera cuatro veces más beneficios que en España.

Dudas que me planteo

• Este sistema es específico para la recogida de envases de bebidas, que solo es el 9% del total. ¿Qué pasa con el resto de envases? No es una "super solución" si solo se ocupa del 9% del problema.
• ¿Quién pagará la fabricación, instalación y mantenimiento de las máquinas de recogida? ¿Cuál es el acuerdo con los comerciantes para que les hagan espacio en sus establecimientos?
• ¿En qué términos podrían convivir los dos sistemas?
• ¿Colaboraría la gente con este sistema al mismo tiempo que mantiene la separación de los otros envases y residuos en los contenedores que ya conocemos?

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Image copyrights Moyan Brenn

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